La visión de la huelga de los LAJ de una procuradora de los tribunales

on Martes, 21 Febrero 2023.

El confilegal me ha permitido exponer mi visión sobre la huelga de los Letrados de la Administración de justicia

Te invito a leer las diferentes caras del conflicto.

Como en todo conflicto, las caras son múltiples, depende del lado desde el que miremos, puedes ver un “6” o un “9” y todas son caras de un mismo problema. ¿Y si esta  vez  giramos el conflicto y me preguntas cómo lo veo yo y cómo me siento? Te invito a observar desde el prisma de mi escenario.

 

Los procuradores somos el enlace entre el órgano judicial, los abogados y clientes. Somos los primeros en informarnos de todo lo que los responsables de la tramitación nos comunican. Estamos en primera línea de rodaje y participamos activamente en cada una de escenas de la trama.

 

Desde que comenzó la huelga, todas estas funciones se encuentran paralizadas. No recibimos comunicaciones del juzgado por lo que los procedimientos no pueden seguir su curso correspondiente, se ha pulsado el botón de “stand by”.

 

 Los LAJs son los que tienen la “llave” de acceso a los juzgados pues son quienes ostentan la dirección de la Oficina Judicial y sin su trabajo, el mío no tiene efectividad , son ellos los que pueden activar el “play.

El efecto dominó es tal que nos imposibilita avanzar con muchas de nuestras funciones. Podemos  presentar escritos, demandas, denuncias y cumplir con los plazos procesales que siguen su curso de manera improrrogable, pero todo queda acumulado hasta que ellos, como fedatarios públicos, garanticen la veracidad de las actuaciones y den orden para su tramitación. El “stop” se ha pulsado desde el día 24 de enero.

Ello supone que los justiciables no están cobrando cantidades que están depositadas en las arcas de las cuentas del juzgado, esperando a que los LAJs acuerden su entrega, supone que las personas no puedan recuperar sus viviendas, que las órdenes de embargo no se diligencien, que el impulso procesal esté paralizado.

Soy capaz de ver un seis y un nueve pero también quienes mueven los hilos del gigante, tienen que ver más allá de los seises y nueves. El conflicto afecta al resto de números que conforman  el equipo de trabajo en el que todos estamos imbuidos. Todos sumamos y contribuimos a dar un servicio público a los ciudadanos que son los que reclaman una tutela judicial efectiva y a los que nos debemos.

Una justicia lenta no es justicia, una justicia sin dotación económica no es justicia, una justicia sin sedes judiciales capaces no es justicia, una justicia colapsada no es justicia, una justicia con juicios señalados para dentro de dos o tres  años no es justicia, una justicia con depósitos judiciales rebosantes de dinero sin entregar no es justicia...

Como procuradora, me he adaptado a todos los ritmos, viendo siempre el lado constructivo de la confrontación y como siempre, me apunto a un final feliz de la película en la que logremos retomar el ritmo de trabajo y ofrecer como servidores públicos lo mejor de nosotros y yo pueda “procurar”